Raquel Salcedo: “En el proceso de robotización, la formación y el acompañamiento al empleado son esenciales”

Si hay una cualidad que define a Raquel Salcedo es la curiosidad, aspecto que le ha permitido llegar hasta donde está ahora y disfrutar de su trabajo como investigadora del Proyecto Fluently en la Universidad de Eindhoven (Países Bajos). Esta riojana, antigua alumna del Grado en Psicología (Promoción 2015-2019) de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), afronta un reto nada sencillo: analizar procesos de interacción entre las personas, los robots y la Inteligencia Artificial (IA) para diseñar programas de apoyo al empleado que faciliten la adaptación a los robots en el lugar de trabajo. Para esta aficionada al tenis, la música y los viajes, sensibilizar y adaptar este proceso a las rutinas de cada uno es, quizá, la nueva realidad que tenemos que asumir como especie.

Pregunta (P): ¿Cuáles son sus tareas en la Universidad de Eindhoven? ¿En qué consiste el Proyecto Fluently financiado por Horizon Europe? 

Respuesta (R): En la Universidad de Eindhoven trabajo como investigadora doctoral, además de dar clases y supervisar los trabajos fin de carrera de los estudiantes.

 

En lo que respecta al Proyecto, las tecnologías basadas en Inteligencia Artificial no son fáciles de aplicar ya que requieren experiencia y conocimientos especializados por parte de los trabajadores. Por ello, el proyecto FLUENTLY-the essence of Human Robot Interaction pretende mejorar esta situación desarrollando una nueva unidad de interfaz inteligente que permita a los robots leer a los trabajadores para adaptarse a ellos, al mismo tiempo que se centran en mejorar el bienestar del empleado. Además, el proyecto incluye la creación del Robo-Gym, el primer entorno en Europa donde puede llevarse a cabo un entrenamiento interactivo humano-robot. 

 

(P): ¿Considera que estamos preparados para aceptar los avances de los robots y de la Inteligencia Artificial (IA) en nuestro día a día?

(R): Este tema no deja indiferente a nadie y siempre encontramos opiniones muy diversas. Nunca he coincidido con nadie que diga: "No, no es interesante, no es relevante, no es importante", al contrario, la gran mayoría reconoce que es un cambio trascendental, incluso un cambio histórico.

 

La IA tendrá implicaciones para todo tipo de cosas, pero hay cierto miedo a las consecuencias que la introducción de los robots pueda tener, por ejemplo, en incrementar el desempleo o desestabilizar el mercado laboral. La comunicación e información es esencial para desmitificar la figura del robot, ya que antes solo pertenecía al ámbito de la ciencia ficción y la realidad es diferente. También es esencial que la investigación y la innovación tecnológicas sean impulsadas por las necesidades de la sociedad teniendo en cuenta el impacto que puedan tener. 

 

(P): Su proyecto, a grandes rasgos, analiza la posible colaboración entre humanos y robots en el contexto laboral ¿Cómo afectará la introducción de robots al lugar de trabajo? 

(R): La introducción de robots en el lugar de trabajo tendrá varios impactos significativos. Por ejemplo, permitirá la automatización de tareas repetitivas, por lo que los trabajadores podrán enfocarse en tareas más creativas y de mayor valor añadido. Además, los robots asumirán tareas de gran carga física o que implican riesgos para los trabajadores. 

 

En términos de empleo, aunque los robots podrían reemplazar ciertos puestos de trabajo que implican tareas repetitivas y predecibles, también crearán nuevos trabajos relacionados, entre otros, con la programación, supervisión o mantenimiento. Es esencial preparar a los trabajadores para estos nuevos roles y fomentar la reasignación de habilidades, lo que conlleva grandes desafíos.

 

(P): ¿Qué carencias se deberían superar para conseguir una integración plena? ¿Cree que el sistema laboral es lo suficientemente sólido para asumir estos cambios?

(R): La introducción de robots implica cambios en destrezas requeridas por los trabajadores, dando lugar a ciertas tensiones y a una brecha entre estas y las nuevas oportunidades laborales. Un obstáculo potencial para muchas implementaciones tecnológicas en las organizaciones es que las personas se sientan amenazadas por ello. Parte de la resistencia se debe a esta amenaza percibida que las personas pueden sentir, por lo que es importante comunicar adecuadamente sobre la tecnología.

 

La investigación sobre la que estoy trabajando analiza la percepción de los trabajadores sobre la implementación de los robots en el lugar de trabajo. En el estudio, se intenta cuantificar cómo de preparados están los empleados para adaptarse a trabajar no solo con un robot como una herramienta de trabajo, sino como un compañero. Para ello, diseñar programas de formación y acompañamiento es esencial para que los empleados desarrollen las habilidades y conocimientos necesarios para colaborar con un robot. 

 

Gran parte de la discusión sobre la IA en los últimos años ha sido la disyuntiva ‘humano o máquina’. Es decir, hemos estado pensando en cómo podemos sacar al humano de la ecuación y debemos cambiar la mentalidad y apostar por ‘humano y máquina’. No solo consiste en comprender cómo se puede optimizar o reemplazar un proceso humano, sino en cómo aprovechar las capacidades únicas de los robots/sistemas de inteligencia artificial y de los humanos, que son diferentes y complementarias. Los trabajadores tendrán que adquirir nuevas habilidades para operar y mantener estas tecnologías, lo cual requiere crear programas de apoyo y formación al empleado durante estos procesos de cambio. Es importante hacer a los trabajadores participes, pedir su opinión, tenerla en cuenta, ser transparentes sobre las implicaciones, darles formación para facilitar el proceso de aceptación y adaptación de los robots y sientan que están capacitados para hacer frente al cambio.

 

Además, todo ello requiere de la colaboración entre profesionales de diferentes campos. Por ejemplo, no vale que el ingeniero diseñe el mejor robot si el humano lo percibe como una amenaza o no tiene las herramientas para trabajar con ello. La perspectiva es que todos estos cambios estén guiados por la motivación de mejorar el entorno laboral y, para eso, ingenieros, empresarios y psicólogos -entre otros- deben trabajar juntos para entender qué es lo que los empleados necesitan.

 

(P) ¿Qué aspectos recuerda con más cariño de su paso por nuestras aulas? ¿En qué detalles de su tarea investigadora le ha marcado la UPSA?

(R): Los años en Salamanca los recuerdo con mucho cariño. Fui sola, no conocía a nadie y la Universidad me ofreció un entorno seguro no solo de aprendizaje, sino social. 

 

En cuarto de carrera fui a EE. UU. con una beca de movilidad ofrecida por la UPSA. Tuve la libertad para escoger asignaturas diferentes como Learning and development, Psicología de la ingeniería y del diseño o Psicología del trabajo y las organizaciones, campos que en las facultades de nuestro país todavía tienen un amplio margen de desarrollo. Me fascinó este mundo y decidí especializarme. Supongo si no se me hubiera dado esa libertad no hubiera aprendido tanto sobre las diferentes aplicaciones de la psicología. Estoy muy agradecida. 

 

(P): ¿Qué consejo daría a aquellos alumnos que están pensando en estudiar Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca?

(R): Psicología es una carrera preciosa y sus aplicaciones son inmensas. La salud mental es esencial en todos los ámbitos en la vida del ser humano, por eso animo a estudiantes y docentes a abrirse a los campos emergentes de la Psicología y ofrecer una visión holística. 

 

 

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