Luz María Fernández Mateos: “La celebración del Año de la Familia supuso un avance en propuestas espirituales, pastorales y culturales”
La especialista en Mediación y Orientación Familiar y directora del Instituto Superior de Ciencias de la Familia de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Luz María Fernández Mateos, analiza en ‘La opinión de los Expertos’ la evolución de la mediación en estos últimos años como herramienta de solución a diferentes problemas generados en el núcleo familiar. Además, Mateos señala la aportación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco para mejorar contextos de convivencia y avanzar en una educación de respeto, tolerancia y valores dentro de los hogares capaces de beneficiar al conjunto de la sociedad.
Pregunta (P): ¿Qué es la Mediación y cuáles son sus ámbitos de actuación?
Respuesta (R): Es una herramienta adecuada de solución pacífica de controversias por la que, dos o más partes intentan voluntariamente, con la ayuda de un profesional facilitador experto en mediación, imparcial y neutral, y a través de un procedimiento estructurado y confidencial, basado en la escucha y el diálogo, alcanzar por sí mismas un acuerdo adaptado a sus concretas necesidades.
(P): ¿Qué instituciones necesitarían de un mediador para prevenir y resolver conflictos?
(R): De todo tipo tanto públicas como privadas. El Proyecto de Ley de Medidas de Eficiencia Procesal, publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales el 8 de junio de 2023, prevé que la mediación sea un requisito de procedibilidad obligatorio antes de interponer la demanda en el ámbito civil y familiar, por lo que serán necesarios profesionales expertos en mediación que puedan realizar esas mediaciones, bien de forma privada en despachos o bien a través de organismos públicos.
En concreto, dentro del ámbito de la familia, podrá acudirse a Centros de Orientación Familiar, Equipos Interdisciplinares, despachos de abogados o gabinetes psicológicos que cuenten con mediadores. La propuesta de obligatoriedad de la mediación supondrá que, en el ámbito público, las distintas instituciones encargadas de la prestación de servicios sociales de las diferentes comunidades autónomas creen centros de atención a las familias en las que se ofrezca, entre otros servicios, mediación. Además, los centros de la Asociación de Protección del Menor (Aprome) también deben contar con mediadores.
(P): ¿Por qué la familia es una institución clave para resolver cualquier crisis?
(R): En el seno de la familia se contemplan todo tipo de desavenencias entre sus miembros, entre los que destacan los conflictos en la relación de pareja, conflictos en la relación con los hijos, en la relación entre hermanos, en la relación de los hijos con los padres y abuelos, conflictos hereditarios, de empresa familiar, etc.
Desde la más temprana edad, los niños van aprendiendo a gestionar los conflictos que surgen en el día a día, y así de forma natural, van creciendo enfrentándose a todo tipo de dificultades aprendiendo a gestionar, entre otras emociones, la ira y la frustración. Este aprendizaje individual propio y guiado por su entorno -padres, hermanos, abuelos, etc.- supone un aprendizaje de vida que se polariza a toda la familia y, desde ahí, llega a la sociedad en general, que, en mayor o menor medida, también se enfrenta a distintos retos y dificultades generados por sus miembros.
(P): Se cumple el octavo aniversario de la exhortación apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
El avance más significativo se produce a los cinco años de la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, al proclamarse el año especial dedicado a la familia, que se inauguró el 19 de marzo de 2021.
Con motivo de la celebración del Año de la Familia se desarrollaron propuestas espirituales, pastorales y culturales que se han puesto a disposición de las parroquias, diócesis, universidades, movimientos eclesiales y asociaciones familiares. Entre ellas, destacan los diez vídeos Amoris Laetitia, donde el Santo Padre explica los capítulos de la exhortación apostólica, junto con las familias que dan testimonio de algunos aspectos de su vida cotidiana; la difusión de algunos videos testimoniales sobre el protagonismo eclesial y la fe de las personas con discapacidad, o las 72 propuestas pastorales concretas - En camino con las familias- para caminar con las familias inspirándose en Amoris Laetitia. Este último aspecto tiene como objetivo reforzar la pastoral de preparación al matrimonio con nuevos itinerarios catecumenales a nivel de diócesis y parroquias (cf. AL 205-222); potenciar la pastoral de acompañamiento de los matrimonios); organizar encuentros para los padres sobre la educación de sus hijos y sobre los desafíos más actuales (cf. AL172 ss. y 259-290); promover encuentros de reflexión e intercambio sobre la belleza y las dificultades de la vida familiar (cf. AL 32 ss. y 89 ss.); intensificar el acompañamiento de las parejas en crisis (cf. AL 232 ss.); insertar a los matrimonios en las estructuras diocesanas y parroquiales para potenciar la pastoral familiar (cf. AL 86-88) y la formación de los agentes de pastoral, de los seminaristas y sacerdotes para que estén a la altura de los desafíos actuales (cf. AL 202 ss.) y colaboren con las familias; desarrollar una pastoral de las personas mayores (cf. AL 191-193); lanzar iniciativas de acompañamiento y discernimiento para las familias heridas (cf. AL 50 ss., 241 ss. y 291 ss.).
Por otra parte, en el año 2023, por iniciativa del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, junto con la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales se publica el Pacto Mundial por la Familia (Family Global Compact). Este pacto busca subrayar la importancia antropológica y cultural de la familia. En palabras del Papa en su mensaje para el lanzamiento del pacto del 13 de mayo de 2023, el Pacto Mundial por la Familia es “un programa común de acciones encaminadas a poner en diálogo la pastoral familiar con los centros de estudio y de investigación sobre la familia presentes en las universidades católicas de todo el mundo, para promover la familia a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia (…) Juntos, las Universidades católicas y la pastoral pueden promover mejor una cultura de la familia y de la vida que, partiendo de la realidad, ayude a las nuevas generaciones a apreciar el matrimonio, la vida familiar con sus recursos y desafíos, la belleza de engendrar y apreciar la vida humana”.
Dicho Pacto prevé cuatro etapas: en primer lugar, activar un proceso de reflexión, diálogo y de mayor colaboración entre los centros universitarios de estudio e investigación que se ocupan de temas de la familia, para que su actividad sea más eficaz y fructífera, en particular mediante la creación o el relanzamiento de redes de institutos universitarios inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia.
En segundo lugar, crear una mayor sinergia entre la Iglesia y los institutos universitarios de estudio e investigación que se ocupan de temas de la familia a la hora de planificar contenidos y objetivos. A nivel eclesial, la acción pastoral necesita un apoyo concreto del pensamiento académico de los centros universitarios de inspiración católica.
La tercera etapa se centra en revitalizar la cultura de la vida y de la familia en la sociedad, para que de ella se deriven propuestas estratégicas y objetivos para las políticas públicas.
Y, por último, como cuarta etapa, y una que vez las propuestas han sido elaboradas, promover la colaboración entre la Iglesia y las universidades católicas en la planificación de contenidos y objetivos.
En lo que se refiere a la UPSA, el Instituto Superior de Ciencias de la Familia colabora actualmente, junto con otros Institutos de todo el mundo y específicamente con los Institutos integrantes de la REDIUF (Red Internacional de Institutos Universitarios de Familia), para desarrollar los postulados especificados en el Family Global Compact.