Luis Alberto Mateos: “La Musicoterapia es eficaz para el reajuste socioemocional en cualquier momento de nuestras vidas”

Luis Alberto Mateos es una de las personas privilegiadas en verificar los efectos de la música en distintos ámbitos y procesos de la vida de cientos de personas. Y aunque la música y la psicología son sus grandes pasiones, su familia es el pilar fundamental en el que fomenta el amor, el humor y su fe. Dirige el Máster de Formación Permanente en Musicoterapia desde hace 22 años y su implicación en este campo le ha llevado a fundar y presidir durante 14 años la Asociación Española de Musicoterapeutas Profesionales (AEMP), única asociación profesional vinculada al Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Pregunta (P): ¿Qué es la Musicoterapia?

Respuesta (R): La Musicoterapia es una disciplina emergente que se nutre de otras disciplinas científicas como la Psicología, la Medicina, las Neurociencias, la Pedagogía, la Educación, la Psicopedagogía y también las ciencias de la música, pero además tiene su propio acervo de conocimientos que se han ido gestando en las últimas décadas. 

 

La Musicoterapia está más centrada en el reajuste socioemocional de las personas aprovechando las fuerzas que surgen en la interacción del profesional -musicoterapeuta- y las personas participantes a las que quiere ayudar, aunque se trabaja todo el desarrollo psicológico en general (psicomotriz, comunicación y lenguaje, cognición, etc.). El musicoterapeuta aprovecha, desde sus competencias personales y profesionales, las posibilidades que ofrece este tipo de interacción con actividades musicales. 

 

(P): ¿Cuáles son los beneficios de la Musicoterapia?

(R): La Musicoterapia aprovecha la fuerza activadora de la música en las emociones humanas. Todos tenemos esa experiencia y sabemos que tiene la posibilidad de regular esas emociones. De hecho, espontáneamente se buscan esas músicas y ¿por qué? Probablemente, porque cubren necesidades socioafectivas. Muchas veces esas necesidades socio-afectivas o socio-emocionales de la vida están carentes y las músicas nos pueden retrotraer a momentos en los que sí que estaban cubiertas o sencillamente, nos pueden nutrir esas carencias. 

 

Por ejemplo, las necesidades psicológicas básicas de todos los seres humanos son la seguridad, la libertad y el amor y, debajo de cada una de ellas, hay una emoción que avisa de la carencia. Si hay carencia de amor, avisa de tristeza; si hay carencia de seguridad, avisa de miedo y, si hay carencia de libertad, avisa el enfado, la ira, la cólera por pérdida de libertad y dignidad también. Además, esos estados carenciales en muchas ocasiones van presentando síntomas recientes, cada vez mayores, y la Musicoterapia, precisamente, lo que hace es aprovechar la fuerza de las actividades musicales para cubrir esas necesidades, o si es de forma preventiva, trabajar esas experiencias que son necesarias para el desarrollo humano. Entonces, se comprende que la diversidad humana llega a presentar múltiples situaciones carenciales en distintas etapas evolutivas también, por eso se trabaja desde el nivel prenatal hasta los cuidados paliativos o con enfermos comatosos. 

 

(P): ¿Cuáles son las diferencias entre la Musicoterapia y la Educación Musical?

(R): Lo primero que hay que decir es que son dos disciplinas hermanas, que hacen frontera y comparten muchos elementos como el desarrollo de actividades musicales.  Sin embargo, hay diferencias que marcan el terreno de trabajo de cada una de ellas. 

 

La Educación Musical asienta su conocimiento, fundamentalmente, en la Pedagogía y en la enseñanza de la Música. En cambio, por ejemplo, en la Musicoterapia Educativa orientada a los niños, toma como referencia las Neurociencias, la Psicología, la Psicoterapia, disciplinas que tienen que ver mucho más con el proceso humano que con el aprendizaje musical. Por otra parte, en la Educación Musical se pone el acento en la adquisición de aprendizajes académicos. Sin embargo, la Musicoterapia lo hace en los procesos personales que suceden en medio de esas actividades musicales. Por ello, la Educación Musical trabaja mucho más la música como un resultado final, es un fin. En cambio, la Musicoterapia es un medio para la activación de las experiencias musicales presentes y auténticas de los participantes.

 

Por ejemplo, la Educación Musical plantea la música como un disfrute personal y crecimiento cultural, que es muy importante. En cambio, la Musicoterapia va más allá en el sentido de que se aborda, por ejemplo, la angustia si sucede -no se intenta desviar o dejar a un lado-, que hay que atender mediante procesos catárticos, en los que a la persona le conviene expresarlo, y liberarse de ello. 

 

En definitiva, la Musicoterapia trabaja la inteligencia emocional intra e inter personal y se concibe todo el proceso como lo principal: el proceso de desarrollo humano, más que un aprendizaje simplemente de lenguaje musical.

 

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(P): ¿La eficacia de la Musicoterapia es independiente de la edad del participante?

(R): El factor edad no influye en la eficacia en el sentido de que está orientada al proceso de desarrollo humano en cualquier momento, porque la música es consustancial al ser humano. De hecho, un bebé antes de poder ver, cuando es intrauterino y desde sus primeros meses ya tiene activadas sus funciones audio-motoras y ha podido escuchar los sonidos de la madre (respiratorios, digestivos, cardiacos) e incluso su voz a través de la columna vertebral y esto ha configurado el psiquismo humano. Nuestro psiquismo está configurado por la escucha y asociado al sentido de supervivencia de las personas. Por este motivo, siempre vamos a estar conectados a la sensibilidad hacia lo rítmico, sonoro y musical. 

 

Por ejemplo, cuando nos hablan las personas nos importa mucho el tono de cómo nos lo dicen y, probablemente, se debe a la prosodia musical y captamos al instante la desgana o la alegría porque nuestras neuronas espejo están especializadas en captar el mundo subjetivo del otro solamente por la prosodia musical de su voz. Esto significa que se puede trabajar la Musicoterapia desde nivel prenatal y a lo largo de todo el ciclo vital hasta la tercera edad. Por tanto, no depende tanto de la edad, sino que hay que adaptar la Musicoterapia a las necesidades particulares de cada persona y en cada edad. 

 

(P): ¿Dónde se emplea la Musicoterapia en la actualidad?

(R): En España hay musicoterapeutas trabajando en todos los ámbitos con personas que necesitan algún tipo de apoyo: madres en su preparación al parto; con niños prematuros; con niños en todas las etapas educativas obligatorias (Infantil, Primaria y Secundaria); con alumnado con necesidades educativas permanentes (Educación Especial) ya sea por su discapacidad física, intelectual o sensorial o por plurideficiencias; con trastornos generalizados del desarrollo como el autismo. También se está trabajando en geriatría, con personas que viven exclusión social, personas en desventaja social por drogodependencia, inmigración e interculturalidad, en maltrato infantil, etc.

 

Los ámbitos hospitalarios también disponen de musicoterapeutas, que aplican terapias de apoyo y de refuerzo en el área socioemocional como, por ejemplo, rehabilitación, oncología, paliativos, pediatría o aulas hospitalarias. Por tanto, los musicoterapeutas trabajan en ámbitos educativos, sociales, geriátricos, sociosanitarios en los que hay personas que necesitan actividades que les ayuden a encontrar el reajuste emocional y les ofrecen una terapia de apoyo, junto a otros tratamientos profesionales para obtener una mayor eficacia en la intervención.