Fernando González Alonso: “Nueve de cada 10 casos de acoso escolar se producen por medios telemáticos”
Términos como 'sexting', 'bullying', 'ciberbullying', 'grooming', 'tecnoadicción' o 'netiqueta' han pasado a nuestro vocabulario con tanta fluidez como lo ha hecho la tecnología en estos últimos años. Pero esa facilidad para identificar nuevos problemas sociales es inversamente proporcional a la solución y al tratamiento de las secuelas, lo cual genera tener soltura no solo para identificarlos, sino para aplicar las soluciones y restaurar en el menor tiempo posible el daño ocasionado. ‘La opinión de los Expertos’ cuenta esta semana con el análisis que el profesor de la Facultad de Educación Fernando González Alonso realiza sobre estos temas, aportando datos alarmantes y señalando al núcleo familiar como la clave para que nuestros niños, niñas y adolescentes alcancen una formación integral.
Pregunta (P): ¿Qué diferencia hay entre bullying y ciberbullying?
Respuesta (R): El acoso escolar es la persecución reiterada y frecuente hacia una persona, en este caso niños, niñas o adolescentes que toman como víctima y no tienen capacidad de defenderse por sí mismos. Con estas características, podríamos hablar de acoso escolar, de bullying.
El ciberbullying sería lo mismo, pero a través de medios telemáticos, habitualmente mediante el móvil, aplicaciones y redes sociales. No sería ciberbullying si hay un adulto que interfiere con fines de placer o sexuales. En este contexto, estaríamos hablando de grooming y tendría otras consecuencias. Por lo tanto, siempre hay que resaltar que tanto el bullying como el ciberbullying se da entre iguales, es frecuente, tiene el objetivo de hacer daño, busca una víctima adecuada -la cual va a necesita ayuda- y con unos agresores que, de alguna manera, buscan satisfacer sus necesidades o la solución a su problemática mediante esta vía.
(P): ¿Hay algunos datos de interés que reflejen este problema?
(R): La Fundación ANAR, que es una de las que trabaja más este tipo de estudios y que apoya y protege a los menores de edad en defensa de sus derechos, -además del Código Civil, la Ley de Protección del Menor y los Derechos del Niño-, indica que nueve de cada 10 casos de acoso escolar se producen por medios telemáticos, es decir, por el móvil directamente.
Asimismo, en 2023, el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que más del 94 % de los niños de 14 años tenía un móvil. Estas dos referencias son de menores, pero también afecta a otras personas en el ámbito de la escuela, como a los profesores. Las llamadas al Teléfono del Profesor han aumentado en un 47 % en el profesorado de Secundaria. En Infantil y Primaria, ha bajado un poquito, pero hay que resaltar que la disrupción en el aula por parte de alumnos y, también fuera de ella, con el acoso de los padres hacia profesores, ha aumentado y es evidente.
Por último, el Registro Unificado del Maltrato Infantil (RUMI) apunta un número importante de casos de desprotección contra los menores de edad.
(P): ¿Qué factores influyen en estas conductas?
(R): Unos factores son de tipo psicológico. Algunas manifestaciones de los niños, niñas y adolescentes pasan por un descontrol de las emociones, falta de empatía, de ponerse en el lugar del otro o sobre cómo buscar la solución a la problemática que viven en su relación con otros iguales -los resultados académicos del colegio reflejan de manera psicológica este problema-.
Hay otros factores que tienen que ver con el ámbito social. En algunos lugares, este tipo de agresores son valorados, reconocidos y estimados, lo cual les satisface. Uno de los aspectos que hay que tener muy en cuenta es la formación de aquellos que son testigos y espectadores de las acciones de los agresores con los que hay que trabajar y apuntar hacia las soluciones.
Finalmente, algunos factores importantes también tienen que ver con lo tecnológico. Los móviles están en la mano de todos; los niños tienen en sus bolsillos internet, la inteligencia artificial y unos smartphone muy potentes, que hacen que el anonimato y los bajos costes influyan a la hora de generar este tipo de conductas.
(P): ¿Qué factores generan el problema del ciberbullying y cómo se manifiesta?
(R): El ciberbullying provoca muchos problemas no solo en la víctima y los agresores, sino también en los espectadores y en el entorno: la familia, los compañeros y el colegio.
Un problema importante es el mal uso y el abuso del móvil. De ahí que, recientemente, el Consejo Escolar del Estado haya elaborado un informe sobre el uso del móvil en los colegios. Problema: la ‘tecnoadicción’ es un problema muy grave y tenemos que darnos cuenta. Los datos de la Asociación Protégeles nos indican que el 30 % de los niños no apaga el móvil en todo el día y el 30 % duerme con él. Son datos muy llamativos. Además, algún autor indica que cuando el niño hace uso de él y los padres se lo dejan en algunas actividades, como cuando comen, les distrae y no les permite realizar bien esta tarea u otras tareas familiares y domésticas, que son muy importantes.
La ‘tecnoadicción’ es el uso abusivo del móvil y la imposibilidad de no poder prescindir de él. Algunos autores afirman que el móvil es una “extremidad nueva” ya en manos de las personas y, si estos son niños, aumenta el peligro o riesgo. ¿Por qué? Porque les pueden llegar mensajes e imágenes de desconocidos. En este sentido, podemos hablar de sexting, chantaje o sextorsión y robo de contraseñas o de imágenes, situaciones muy frecuentes que vemos todos los días. De hecho, a los adultos también nos sucede desde ámbitos comerciales. Imagínate entre iguales, que quieren hablar mal, dañar al compañero o decir cosas que no corresponden. Este es un problema muy habitual: los insultos a través de las redes, de los chats, agresiones físicas y psicológicas y, todo ello, arropados desde el anonimato, desde los bajos costes. La depresión y la ansiedad son algunos problemas que afectan a la salud mental de niños y adolescentes.
(P): ¿Cómo evitar la ‘tecnoadicción’?
(R): Hay que poner normas y límites a los adolescentes, no pueden estar con el móvil todo el día, no pueden tener una hora libre antes de acostarse porque están jugando con compañeros o desconocidos y, para ello, nadie mejor que los padres para poder hacerlo. El control parental es muy importante. Hay algunas aplicaciones para controlar el uso y abuso de los móviles y los padres tienen que conocerlas. Por lo tanto, la formación en la educación para la familia y los maestros es fundamental. Los padres tienen que saber en qué aplicaciones entran los niños.
Los datos reflejan que la mayoría de las aplicaciones que descargan los niños son gratuitas y es que el 94 % de los niños que tiene móviles ya tienen 14 años. Entonces, hay que saber qué, cómo y qué conllevan estas descargas.
(P): ¿Qué soluciones se pueden tener en cuenta para mejorar la convivencia?
(R): Los colegios disponen de la Comisión de Convivencia que favorece el cumplimiento de las normas que están establecidas en un documento llamado ‘Normas de Organización Funcionamiento y Convivencia y Reglamento de Régimen Interior’, donde tienen protocolos para establecer los pasos que hay que dar cuando se detecta el bullying. Insisto, no cualquier acoso puntual es bullying, tiene que ser frecuente, constante y buscando una víctima indefensa. Los colegios aplican muy bien estos documentos y protocolos.
También es importante instaurar el Servicio de Mediación en el centro y apoyarnos en asociaciones. En Salamanca, por ejemplo, tenemos ASCBYC, la Asociación Salmantina contra Bullying y Cyberbullying, donde su presidenta Carmen Guillén y su equipo, trabaja muy bien este campo. Además, ella ha sido elegida Presidenta de la Federación Española de asociaciones contra el acoso escolar.
Además, es básico cumplir una serie de normas de convivencia en la red para mantener el tono. Estas normas se llaman netiqueta. PantallasAmigas es un portal que trabaja muy bien en España, desde el País Vasco, esta línea con recursos y Jorge Flores, su director, es una persona muy válida en este campo.
La conclusión es que un niño, una niña y un adolescente que está tranquilo puede aprender, educarse mejor, crecer y desarrollarse en armonía y de forma integral que es, en el fondo, lo que todos buscamos.