Antonio García González: “El futuro de la Enfermería está marcado por la adaptación de la profesión y los cuidados a los avances tecnológicos, la prevención y la atención primaria”
Hay personas, que por muy jóvenes que sean, llevan la vocación y el servicio a los demás en la mirada; no hace falta preguntarles mucho más para indagar en su labor asistencial a la que dedicarán su futuro y que, gracias a ellos, cuando ejerzan la profesión, el mundo será más amable. Este es el caso de Antonio García González, estudiante de tercer curso del Grado en Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), quien, además de tener en casa la suerte de observar el ejemplo de su madre, lleva marcada la dedicación a la enfermería desde pequeño. Disfrutón de las cosas pequeñas, de sus amigos, de su familia y de las tradiciones sevillanas, Antonio no podría vivir sin su voluntariado en el grupo de Pastoral de la Salud al que pertenece, donde visita y acompaña a los ancianos enfermos que necesitan compañía. Con este contexto, afirma sentirse feliz con todo lo que le rodea y confía en que el futuro de la enfermería pasará por humanizar los cuidados y hacer que el paciente tenga un papel activo en su estado de salud.
Pregunta (P): ¿Qué fue lo que le impulsó a estudiar el Grado en Enfermería? ¿Por qué decidió hacerlo en la UPSA?
Respuesta (R): Desde pequeño siempre me habían gustado las asignaturas relacionadas con el conocimiento del medio y la biología que nos impartían en el colegio y, de manera especial, los temas acerca de la anatomía humana y el funcionamiento de nuestros órganos. Además, la Enfermería siempre ha estado muy presente en mi casa -mi madre es enfermera- y gracias a poder observar cómo es su trabajo, las funciones que lleva a cabo, la escucha, los cuidados y el acompañamiento que realiza con cada paciente pude ir interesándome cada vez más por la profesión hasta el punto de tener claro que era mi vocación.
La decisión de estudiar en la UPSA vino tras las Jornadas de Orientación que se llevaron a cabo el Colegio Santa Teresa de Jesús, en el que cursé Bachillerato. A estas jornadas acudió la entonces decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, que nos habló del grado, del plan de estudios, las practicas hospitalarias o las diferentes instalaciones y equipos de la Universidad. Esta intervención me permitió darme cuenta que la UPSA iba a ser la mejor institución en la que confiar mi educación.
(P): ¿Qué aspectos son los que más valora de esta formación?
(R): La formación del Grado en Enfermería de la UPSA es muy completa porque abarca todos los ámbitos en la formación de los futuros profesionales sanitarios. Destaco tres aspectos claves: el primero es la formación tutorizada, supervisada por profesores y profesionales de calidad destacados en sus especialidades. En segundo lugar, el Centro de Simulación Clínica, equipado con material e instalaciones actualizadas, que nos prepara para afrontar situaciones clínicas futuras reales y nos ayuda a aprender a gestionarlas y desenvolvernos en ellas. Y, por último, el gran número de horas de prácticas externas en centros sanitarios públicos y privados que constituyen un pilar fundamental en nuestra preparación puesto que nos ayudan a complementar nuestra formación teórica y a proyectar nuestro futuro laboral.
(P): Actualmente, desarrolla sus prácticas académicas en el Hospital Universitario de Salamanca. ¿Qué es lo que más destaca de esta experiencia?
(R): Es una oportunidad para conocer las técnicas y cuidados, la escucha, la atención y el trato que se proporciona al paciente por parte de grandes profesionales. Gracias a las prácticas hospitalarias que he llevado a cabo desde el primer curso, he podido descubrir la realidad de la profesión, la relación con los diferentes profesionales sanitarios, la puesta en práctica de los conocimientos teóricos y el aprendizaje del día a día en el hospital.
Personalmente, durante mi rotación por diferentes unidades de hospitalización, he adquirido una serie de conocimientos, tanto técnicos como prácticos, que me servirán en mi formación académica y en mi futuro laboral. También he aprendido las características y habilidades que el papel de un enfermero ha de tener para prestar una mejor atención al paciente.
(P): Hasta el momento, ¿cuál ha sido la asignatura o temática que más le ha gustado?
(R): Es difícil quedarse con una solo ya que disponemos de un amplio abanico de asignaturas que abarcan las diferentes especialidades. A día de hoy, las relacionadas con los cuidados en las diversas patologías han sido las que más han captado mi interés. Por ejemplo, Cuidados de Enfermería en Alteraciones de la Salud, y aquellas enfocadas en el aspecto más práctico y en el trato con el paciente como el Practicum o las Técnicas de Comunicación en la Atención Psicosocial.
Por otra parte, el ámbito quirúrgico era el que me mostraba más respeto hasta que, gracias a las asignaturas de Patología quirúrgica y a las prácticas en quirófano, viví una enriquecedora experiencia que me ha proporcionado más seguridad, incluso dándome cuenta de que me gustaría dedicarme como profesional de enfermería en un futuro a ello.
(P): ¿Hacia dónde cree que se dirigen las tendencias en ciencias de la salud? ¿Cómo se plantea el futuro?
(R): Actualmente, el papel de la investigación en Ciencias de la Salud ha adquirido una considerable importancia, debido, en parte, a los rápidos avances tecnológicos que vivimos. Seguramente, todos nos imaginemos la figura de un científico en un laboratorio tras esta investigación, pero más allá de esto, la enfermera posee esa capacidad, esa función y ese deber de investigar y contribuir en los fundamentos de sus competencias.
Enfermería goza de una labor característicamente asistencial y de gestión del cuidado, pero poco a poco han sido los numerosos proyectos y estudios los que han permitido concluir que la investigación en Enfermería constituye la parte estructural para la excelencia del cuidado y una permanente autoevaluación y mejora de su labor asistencial.
El futuro de la Enfermería está marcado por la adaptación de la profesión y los cuidados a los avances tecnológicos, la prevención y la atención primaria. También son piezas clave la promoción de la salud, haciendo que el paciente tenga un papel activo en su estado de salud, y la humanización de los cuidados, proporcionando una atención de calidad centrada en el paciente que promueva su bienestar integral.