Roberto Berjón: “El internet de las cosas va a ser la tecnología que en unos años va a cambiar la sociedad”
Roberto Berjón Gallinas lleva más de 29 años dando clase en la Facultad de Informática y casi 11 dirigiendo el Máster Universitario en Informática Móvil (MIMO). Aunque son muchos años dedicado a la enseñanza, el contexto sobre el que tiene que especializarse es de los más cambiantes. Tal es así, que en estas décadas no solo ha visto evolucionar el impacto de internet, sino también su manera de crear nuevos productos que ayuden a realizar procesos cotidianos. Este leonés, afincado en Salamanca y aficionado a la cocina y al tenis, tiene clara una constante: pese a los años, el principal objetivo es la formación del alumno y que su paso por nuestras aulas derive en herramientas que nos ayuden a tener una vida más fácil.
Pregunta (P): ¿Qué cualidades debe tener un informático en un sector tan cambiante y que se actualiza diariamente?
Respuesta (R): Principalmente, la formación. Cuanta más formación tengan, más oportunidades laborales tendrán y más posibilidades de elegir en qué proyecto quieres trabajar o con quién quieres trabajar. Además, en la Facultad tenemos mucho contacto con las empresas, hacemos proyectos con ellos y gestionamos las prácticas de los alumnos, por eso les preguntamos que, una vez que hacen prácticas, en qué se fijan ellos para posteriormente contratarlo. Es, en este punto, donde nos llama la atención que lo fundamental es la actitud; la formación es la que les va a abrir las puertas, pero la actitud es la que dentro de la empresa les va a permitir progresar laboralmente. Y esto tiene que ver con la formalidad, con ser una persona proactiva, adaptarse a los cambios, etc.
Por lo tanto, como cualidades, son esenciales tanto la formación como la actitud.
(P): Cada día surgen miles de aplicaciones móviles en el mercado. ¿Cómo distinguir una buena aplicación móvil respecto a otras?
(R): Lo fundamental es que la aplicación sea útil para el usuario y que le resuelva algún problema o alguna necesidad. Además, debe ser eficaz, eficiente y tiene que obtener siempre el resultado esperado en un tiempo adecuado. De nada nos vale tener una aplicación que nos va a geolocalizar y que nos diga que ahora mismo estamos en Sevilla cuando no es así. O que nos dé la posición exacta a los cinco minutos de solicitarla… esa aplicación claramente no va a triunfar. También es importante que, cuando se diseñe se esté pensando constantemente en el usuario, que al final es quién va a utilizarla. Resumiendo: tiene que ser muy fácil de utilizar y, además, debe tener un interface atractivo para que el éxito esté asegurado.
(P): ¿Qué rasgos positivos y negativos observa en el internet de las cosas?
(R): Solo le veo rasgos positivos. Internet de las cosas va a ser la tecnología que en unos años va a cambiar por completo la sociedad. Por ejemplo, estrictamente no es internet de las cosas, pero el servicio de Teleasistencia de Castilla y León sirve para ayudar a las personas dependientes. Se instalan sensores en casa para detectar si hay humos, escapes de gas o fugas de agua y, si surgiese alguna alarma, inmediatamente se ponen en contacto contigo. La tranquilidad que te da saber que estás en casa, especialmente hablando de personas mayores, y saber que te tienes que despreocupar de estos peligros, me parece súper importante.
Otro ejemplo sería el proyecto que está desarrollando la Dirección General de Tráfico, que se llama la DGT 3.0. Están haciendo un sistema de automóvil conectado donde todos los vehículos, además de tener sensores que, por ejemplo, detectan la lluvia y regulan la velocidad del parabrisas, tienen también sensores que avisan al conductor si detectan en la carretera zonas con hielo o aceite. La idea, en este aspecto, es no solo avisar al conductor, sino avisar al resto de conductores para lo que están creando una plataforma donde los vehículos envíen automáticamente datos sobre las condiciones que se detectan en la carretera. Esto no solo se traduce en información, sino también en seguridad.
Por último, imaginad que en casa pones una serie de sensores para detectar la temperatura con una serie de termostatos para regularla. Si consigues que esos sensores envíen los datos a internet, tú puedes crearte una aplicación que simule el comportamiento de tu casa. Es decir, que pueda inferir conocimiento a partir del análisis de esos datos para saber cómo va a influir la temperatura de una habitación con respecto a la que tienes al lado. Además, puedes saber la influencia que tiene la temperatura exterior, la humedad o el viento, por tanto, ese sistema va a poder regular mucho mejor y más eficiente que tú la temperatura no solo la de tu casa, sino la de toda la comunidad de vecinos. Esto supone un gran ahorro no solo individual, sino colectivo.
En definitiva, el internet de las cosas va a hacer las cosas mejor de lo que lo vamos a hacer nosotros.
(P): Usted es el director del Máster Universitario en Informática Móvil que ha sido reconocido como uno de los mejores de España. ¿Hacia dónde se dirige la temática innovadora que ofrece el Máster?
(R): Fuimos los primeros en España en plantear un Máster de estas características para la creación de aplicaciones para dispositivos móviles. Todas las medidas que hemos ido tomando en estos años han tenido siempre como foco principal al alumno y la manera de facilitarle el aprendizaje.
Consideramos que ya es bastante complicado hacer aplicaciones, así que nuestro objetivo es facilitar el proceso. Nos dimos cuenta que los alumnos necesitaban teléfonos móviles para probar sus aplicaciones, por lo que compramos teléfonos móviles y se los prestamos; nos dimos cuenta también de que se veían obligados muchas veces a venir a la Universidad porque necesitaban ordenadores Macintosh que en casa no tenían y compramos ordenadores para dejárselo; percibimos que muchas veces no podían venir a clase porque estaban compaginando estudios con trabajo y -aun cuando el máster lo impartíamos en modalidad presencial- grabábamos las clases y las emitíamos en directo por YouTube. A su vez, intuimos que la formación que les dábamos no era completa -en el sentido de que había determinadas herramientas que se necesitaban en la empresa, aunque no fuese exclusivamente para hacer aplicaciones móviles- y creamos el Campus MIMO para ofertar talleres y formarles en estas temáticas transversales. Creamos también la opción a distancia con vídeo-tutoriales con los que les enseñamos cómo se hacen las cosas y, a su vez, facilitamos a los profesores la grabación de estos espacios.
La verdad es que no hemos parado de hacer cosas, destacando estos dos últimos proyectos que han sido reconocidos como proyectos de innovación docente en la Universidad. Todo lo que hacemos está pensado por y para el alumno.
(P): ¿Qué consejo daría a los jóvenes que quieren estudiar en la Facultad de Informática?
(R): Que se tomen el estudio como su primer empleo, porque eso va a ser lo que les permita abrir puertas para el siguiente. Esto simplemente es una etapa de tu formación porque, una vez que termina -y de ello solamente te das cuenta cuando empiezas a trabajar-, es cuando realmente van a empezar de nuevo su formación para obtener mejores trabajos. Además, es muy importante la actitud, ser responsable y ser constante.