La UPSA, cotitular de la patente de un equipo de rescate acuático para lesionados múltiples

La Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) ha conseguido la cotitularidad de la patente que lleva por título Equipo de rescate acuático para lesionados múltiples, junto con otros cinco inventores: el profesor de CAFyD (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte) Sergio López García; el recién doctorado en el Programa de Doctorado en Ciencias Humanas y Sociales por la UPSA Pelayo Diez Fernández; y los profesores Cristian Abelairas Gómez (Universidad de Santiago de Compostela), José Palacios Aguilar (Universidad de A Coruña) y Roberto J. Barcala Furelos (Universidad de Vigo).

La invención pretende resolver los problemas de personas con posibles lesiones medulares por zambullida en medios acuáticos (mar, ríos, lagos y pantanos), gracias a un nuevo equipo de rescate que ha sido diseñado para inmovilizar al paciente durante todo el rescate: desde que se atiende a la persona en el agua hasta su traslado a tierra firme y transferencia a la ambulancia para transportarlo al hospital.

 

Este dispositivo sirve para atender a personas que sufren accidentes en el agua, en un momento en el que los datos señalan una incidencia de este mecanismo lesional en torno al 5-10 %.

 

Carencias actuales

El rescate de una persona con politraumatismos, en especial con lesiones medulares, es especialmente complicado en el medio acuático. El socorrista no solo debe rescatar a la persona en riesgo de ahogamiento y trasladarla a tierra firme, sino que debe hacerlo con presteza, tratando de moverlo lo menos posible para evitar agravar aún más la lesión, y también con rapidez, para evitar un cuadro de hipotermia. 

 

Actualmente, los materiales disponibles en el campo de las emergencias en el medio acuático no disponen de ningún medio para inmovilizar adecuadamente a un lesionado medular desde una moto de agua. Este hecho implica que, junto al oleaje, haya movimientos adicionales con consecuencias fatales para un lesionado.

 

Además, actualmente los socorristas acuáticos amarran el tablero espinal en la moto de agua de manera rudimentaria según su destreza, lo que contribuye a una inseguridad en el transporte hasta tierra firme y a un mayor tiempo en el agua del lesionado, ya que depende de la pericia del socorrista acuático y del patrón de las embarcaciones. Una vez en la orilla, se traslada al lesionado de nuevo a la camilla de la ambulancia, lo que supone una nueva movilización que puede agravar el estado de la víctima.

 

Novedades de la patente

El nuevo equipo está formado por una plataforma de arrastre con una alta flotación que se engancha a una moto acuática que facilita el trabajo, tanto del socorrista como del patrón de las embarcaciones. La plataforma incluye un tablero espinal incorporado, diseñado con un material radiotransparente que permite el traslado del herido directamente al hospital, sin necesidad de moverlo a otra camilla, y permite realizar las correspondientes pruebas de radiografía. Este tablero espinal encaja en la cavidad central de la plataforma flotante y posibilita inmovilizar a un paciente con lesión medular. Dicho tablero también incluye un inmovilizador cervical incorporado para bloquear el eje cabeza-cuello. 

 

El equipo dispone de un sistema de raíles que permite el anclaje del tablero espinal a la camilla de una forma controlada. Este anclaje facilita un acoplamiento y desacoplamiento ventajoso por su rapidez en el manejo, muy útil para la labor del socorrista en el agua. Tan solo es necesaria la intervención de dos profesionales (patrón y socorrista) para manejar el equipo, lo que permite que otros socorristas no abandonen su puesto de vigilancia ante una emergencia de estas características. El equipo contiene también un compartimento en el que se aloja una botella de oxígeno para evitar el ahogamiento de manera rápida y eficaz. Además, la plataforma cuenta con unas cintas retráctiles para sujetar al herido de una forma segura, garantizando así su inmovilización. El izado del lesionado se realiza también mediante una llave o carraca con la que se eleva fácilmente al herido, facilita la rapidez de intervención y evita un tiempo prolongado de la víctima en el agua. Además, cuenta con numerosos sistemas de agarre que permiten el manejo y transporte del accidentado, una vez en tierra, por otros compañeros u otros servicios de emergencia.

 

 

Investigación

La concesión del título de patente ha permitido que Pelayo Diez Fernández, uno de los titulares de la invención, haya desarrollado su tesis doctoral por transferencia al conocimiento titulada ‘Diseño y creación de un nuevo material de rescate para pacientes con lesiones múltiples en espacios acuáticos naturales’. Dicha tesis partió de una necesidad encontrada en los puestos de salvamento de los espacios acuáticos naturales españoles. 

 

Los investigadores se percataron de la dificultad de atender a este tipo de víctimas y vieron la necesidad de diseñar un nuevo material específico. La tesis doctoral, dirigida por Sergio López García (Universidad Pontificia de Salamanca) y codirigida por Cristian Abelairas Gómez (Universidad de Santiago de Compostela) y José Enrique Moral García (Universidad de Sevilla), explica el proceso de desarrollo y consecucióndel diseño y registro de patente. Con la creación de este nuevo material de rescate se pretende mejorar las intervenciones ante lesionados múltiples.

 

Fabricación posterior

Actualmente, el equipo de la patente está en búsqueda de financiación externa y en negociación con varias empresas del sector para la fabricación del producto mínimo viable. El objetivo prioritario es someter a pruebas el prototipo y así finalmente mejorar la atención ante cualquier tipo de víctimas en el medio acuático, para poder ser comercializado con garantías y poder verlo en unos años esté en todas las playas posibles. Pelayo Diez destaca que la finalidad es que “la atención que reciban los accidentados sea la más adecuada puesto que, aunque prime la vida, se intenten resolver las posibles intervenciones, en unas condiciones adecuadas de seguridad, tanto para el socorrista como para el accidentado, y así rescatar sin agravar más aún la lesión”.