Antonio Blanco: “La sociedad ofrece múltiples referencias, pero escasea la ejemplaridad”

Desborda entusiasmo por los cuatro costados, cree en el potencial humano para generar valor en las organizaciones empresariales y aprecia a las personas comprometidas que hacen de su vida un ejemplo y una guía para otros. Apuesta por el liderazgo social y no repara en afirmar que vivimos en una sociedad donde escasea la ejemplaridad. Antonio Blanco Prieto, director de la Fundación Alimerka, hace un diagnóstico del papel actual del psicólogo en el tejido empresarial y presume de haber conocido como estudiante los dos Campus de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA): la Sede central, donde cursó la Licenciatura en Psicología (Promoción 1995) y el Campus de Madrid, donde se formó en Ciencias Políticas y Sociología (Promoción 2008). Este asturiano, natural de Pola de Siero, no escatima en disfrutar de los momentos que le regala la vida, de su familia, del arte, de la lectura, de la belleza de lo cotidiano y de una buena tertulia con un vino al finalizar una dura semana de trabajo.

Pregunta (P): Usted está involucrado en proyectos de mucho impacto, ¿considera que la psicología no está suficientemente reconocida en el ámbito empresarial? 

Respuesta (R): No. En términos generales, los profesionales de la empresa siempre han valorado a los profesionales de la psicología. De hecho, cuando colaboro en los conocidos MBA o másteres en dirección de empresas, los participantes siempre comentan que les atraen especialmente los temas de psicología, y para muchos es la primera vez que se aproximan a estas cuestiones. 

 

No obstante, más que autocomplacernos, deberíamos asumir tres retos: el primero sería ir más allá de los recursos humanos, que parece ser el destino preasignado en la empresa para los psicólogos y hay otras opciones interesantes, como la responsabilidad social corporativa o las relaciones institucionales, la publicidad... 

 

Otro reto es pensar que la psicología no es solo bio, sino también una ciencia humana y social, aspecto que es lo que más interesa en las organizaciones empresariales: la aportación de la perspectiva humanista. 

 

Y, por último, como tercer reto, pero no por ello el menos importante, ayudar a filtrar o diferenciar adecuadamente los conocimientos y técnicas rigurosas, procedentes de una psicología académica, de otros más próximos a modas de management e ideas personales, que captan la atención de muchos profesionales de la empresa, pero distorsionan la adecuada aplicación de la psicología al trabajo y las organizaciones.  

 

(P): Actualmente dirige la Fundación Alimerka y ha formado parte de patronatos de diferentes entidades no lucrativas, ¿cree que desde la gestión de organizaciones se puede llegar a una mayor sensibilización social? 

(R): Sí, sin duda. Este aspecto ya forma parte de su discurso y de la actuación de numerosos líderes y profesionales. La propia responsabilidad social corporativa, o como hoy la denominamos, la sostenibilidad corporativa, asume que al gestionar una entidad -y esto podría servir también para todo tipo de organizaciones, lucrativas y no lucrativas- no solo hemos de pensar en asegurar su sostenibilidad económica o su supervivencia financiera, sino también su sostenibilidad medioambiental y social. Y al hablar de sostenibilidad social me refiero tanto a la gestión responsable de personas como a la interacción de una organización con un contexto social o comunidad. En realidad, todo ello forma parte de un sistema que los colegas sistémicos tan bien conocen y explican. 

 

(P): ¿Considera que vivimos en una sociedad poco empática y egoísta? ¿Cree que faltan referencias sociales y perfiles con un mayor liderazgo? 

(R): Más que faltar, que en realidad hay múltiples referencias, escasea la ‘ejemplaridad’. Me gusta especialmente el concepto de ‘ejemplaridad pública’ del filósofo y director de la Fundación Juan March, Javier Gomá; se trata de un concepto que reivindico, ya que nuestra conducta es ejemplo para otros y viceversa, lo que en un sentido positivo podría fomentar la creación de comunidad y el bien común. Hablamos de personas comprometidas consigo mismas y con sus semejantes y que, sin apenas darse cuenta, hacen de su vida un ejemplo y una guía para otros. Por ello, uno de mis temas de referencia, sobre el que trabajo y escribo, es precisamente el liderazgo social y sobre esas personas que persiguen fines sociales, muchas veces desconocidas fuera de su contexto que logran, a largo plazo, la transformación de ciertas parcelas de la sociedad. 

 

(P): ¿Cómo recuerda su paso por la UPSA? ¿Qué aspectos destacaría de su formación en nuestras aulas? 

(R): En Salamanca estudié Psicología y años más tarde, en Madrid, hice el grado en Sociología. Recuerdo especialmente el paso por la UPSA en Salamanca, más que en el Campus de Madrid. Quizás por la edad y por la ciudad y, sobre todo, por haber tenido la suerte y oportunidad de estudiar en el edificio histórico. Mi vínculo emocional con la Ponti de Salamanca es muy fuerte. Recuerdo tanto la formación en las aulas como la vida en los pasillos y en aquella cafetería..., volvería una temporada sin dudarlo. 

 

En las aulas, la experiencia fue excelente: pocos alumnos y profesores muy próximos, tanto los académicos como los profesionales que venían en días o sesiones concretas; profesores a los que escuchar en el aula con mucha atención, pero también con los que luego tomar un café o continuar hablando. Echo de menos las clases magistrales, libres de Power Point: ¡así eran la mayoría y por ello aún recuerdo muchos contenidos! 

 

No quisiera dejar a nadie sin nombrar, pero me resulta inevitable no añorar las sesiones de Psicología General, Personalidad, Psicología Social, Psicología Dinámica… Villamarzo, Teresa Sánchez, Paz Quevedo, Pastor, Tita… ¿puedo seguir nombrando? ¡Y aquel seminario de Sexología impartido por el profesor Cosme Puerto, sexólogo y dominico! Sinceramente ejemplar, ¿quién dijo innovación social habiendo tenido aquellas clases en los noventa?

 

(P): ¿Qué recomendación le daría a los estudiantes que se preparan ahora para obtener el Grado en Psicología? 

(R): Pienso en especial en aquellos que tengan ciertas dudas o no tengan claro que quieran dedicarse al ámbito de la salud y, en ese caso, les diría que la Psicología es mucho más que la clínica. El campo de trabajo, de estudio o de investigación es muy amplio, y les animaría a formarse y descubrir otras aplicaciones de la carrera. 

 

Pienso también en el sector de las organizaciones no lucrativas, el deporte, el área jurídica, cooperación, empresa, intervención social, consultoría… O, sencillamente, en dar un giro a la trayectoria y orientarse hacia otro ámbito. ¿Y por qué no? El hecho de estudiar Psicología -como cualquier otra titulación- puede ser un medio para lanzarse a otros fines que no tienen por qué estar necesariamente vinculados a esta rama de conocimiento. 

 

El mundo es muy amplio y aunque a mí me parece muy bonito haber podido estudiar este grado, creo que fuera de la Facultad las opciones son muchas y también interesantes.

 

Autor fotografía de portada: René Fotógrafo

Fotografías cedidas por Antonio Blanco Prieto

 

Antonio Blanco en la presentación de la exposición de fotografía y sensibilización social 'Nuestros vecinos invisibles'